Se veía venir…
Este miércoles, el Comité de la FED decidió subir las tasas de interés un 0.75% para dejarlas en un rango de 3% y 3.25%. Aunque ya todos lo esperábamos, no quita que fue una decisión histórica al realizar tres subidas seguidas de 75 puntos base. Y sí, todo se lo debemos a la inflación, que nada más no encuentra sosiego, por decirlo fancy. El último dato puso a la inflación anual estadounidense en un 8.3%, muuuy por encima del objetivo del banco central de mantenerla en un incrédulo 2%.
Eso no es todo…
Aprovechando el espacio, compartieron sus pronósticos para el crecimiento anual del país: esperan que sea de 0.2% en el 2022, nada que ver con el 1.7% que estimaron en junio. Al pronóstico para el 2023 no le fue tan mal y solo cayó 50 puntos base para quedarse en 1.2%. Y aunque sabemos que una tasa alta le pone freno al crecimiento económico, los expertos esperan que la tasa de interés se mantenga por encima del 4% hasta el 2024.
Las cosas pueden ser peores
Además de subir las tasas, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aprovechó para dejar en claro su postura “hawkish”. Esto no tiene nada que ver con su animal espiritual sino con la idea de que harán todo para controlar la inflación, aunque eso signifiqué un aumento del desempleo o una recesión. Todo lo malo se verá a largo plazo ya que, por el momento, el mercado laboral sigue creciendo con 380,000 nuevos puestos al mes y con sueldos creciendo al 5.2%.
Vía: Financial Times, The Wall Street Journal y El Financiero